miércoles, 12 de mayo de 2010

Eterno Retorno en Kundera. Levedad v/s Peso


Nietzsche postuló una de las teorías filosóficas más controversiales de la época contemporánea. Su mito del ETERNO RETORNO reorganizó el pensamiento de la época, y produjo todo un cambio en la manera de concebir el mundo.

El impacto fue tal, que muchos autores conocidos traspasaron esa “cosmovisión” a sus propias obras literarias (como Mario Benedetti o Gabriel García Márquez). Uno de ellos fue el escritor checo Milán Kundera, con su conocido libro “La insoportable levedad del Ser”.

Comenzaremos ahora una re-interpretación del mito nietzscheano, a la luz de esta polémica obra, trabajando básicamente con la actitud que se toma frente al mito, y los conceptos que se desprenden de dicha postura:
  • Aceptación del mito = concepto de PESO
  • Negación del mito = concepto de LEVEDAD

1. La aceptación de este mito existencialista presupone de inmediato una carga inmensa para la humanidad: cada acción humana repercute obligatoriamente en el futuro, lo que le otorga a la misma una connotación de responsabilidad ineludible. De esta forma, se podría decir que de la idea del Eterno Retorno se desprende el concepto de carga o peso, donde cada decisión implica hacerse responsable de ella.

KUNDERA = “en el mundo del eterno retorno descansa sobre cada gesto el peso de una insoportable responsabilidad. La idea del eterno retorno es igual a la carga más pesada”. (La insoportable levedad del ser - 1985)

NIETZSCHE = “Si ese pensamiento se apoderase de ti, te haría experimentar, tal como eres ahora, una transformación y tal vez te trituraría; ¡la pregunta sobre cualquier cosa: ¿Quieres esto otra vez e innumerables veces más? pesaría sobre tu obrar como el peso más grande!”. (La Gaya Ciencia - 1882)


2. De la negación del Eterno Retorno surge la de idea de una vida donde las acciones humanas no dejan huella y carecen de importancia; una vida donde cada decisión no tiene el peso suficiente, pues algo que sólo ocurre una vez, es como si no ocurriese nunca. Las cosas que sólo ocurren una vez se olvidan fácilmente, desparecen de la faz de la tierra sin dejar una marca profunda, sin obligarnos a recordarlas eternamente. Y entendido de esa forma; si sólo pudiéramos vivir una vez la vida, sería como no haberla vivido en absoluto. De ahí se desprende, entonces, la idea de levedad, como algo ligero que se desvanece, que se escapa de las manos y de la necesidad de recordar. El autor se refiere al tema predicho comparando la vida sin peso con un boceto para nada:

“El hombre lo vive todo a la primera, y sin preparación. Como si un actor representase su obra sin ningún tipo de ensayo. Pero ¿qué valor puede tener la vida si el primer ensayo para vivir es ya la vida misma? Por eso la vida parece un boceto… un boceto para nada, un borrador sin cuadro” (La Insoportable levedad del ser - 1895).


Ya aclarados los conceptos esenciales, intentaremos asociar los términos Levedad y Peso a cada personaje principal; Tomás y Teresa. En términos concretos, la asociación sería asi:

  • Tomás = Levedad
  • Teresa = Peso

El perfil de TOMAS guarda una correspondencia casi total con el clásico estereotipo mujeriego al que nos tiene acostumbrada la literatura y el cine de la época. Un Don Juan moderno con miedo al compromiso, que si bien se siente fuertemente atraído por Teresa, no es capaz de renunciar a su libertad física por ella.

TERESA es relativamente fácil de clasificar también: mujer vulnerable con necesidad de cariño y cuidado, que se entrega en cuerpo y alma a su pareja estable y que, ingenuamente, espera recibir lo mismo a cambio.

El apego y no-apego a la idea de exclusividad será el punto de discordia entre los ambos personajes.


Tomás estaba totalmente acostumbrado a no preocuparse por las cosas trascendentales de la vida. Esto, hasta que conoce a Teresa. Conocerla a ella marca un hito en su vida sentimental, originándose en él la primera interrogante fundamental: ¿resulta lógico separar amor de placer sexual?

Tomás oscila entre la entrega absoluta a su mujer y la satisfacción transitoria que le generan sus demás encuentros casuales. Es esta disyuntiva la que hace surgir la distinción: Tomás quiere un compromiso con Teresa que no implique renunciar a la pertenencia física de otras mujeres. En términos prácticos, Tomás quiere un compromiso sin responsabilidad. Y lo que es lo mismo, un compromiso sin carga ni peso. Teresa, por el contrario, quiere ofrecérsele por entero, aceptando el riesgo de sacrificar su vida en pos de un ideal. La mujer le ofrece toda su vida, lo que implica, lógicamente, un peso enorme para Tomás.


Podemos concluir, entonces, la distinción más importante: Teresa es el peso, Tomás lo leve. Esta distinción es totalmente concluyente y se vuelve esencial, pues a la vez separa el cuerpo del alma: Alma y peso van unidos, mientras que el cuerpo se aferra inevitablemente a la levedad.

  • Alma = Peso: el alma incluye una disposición estable y duradera a la afectividad, e implica una valoración profunda del otro. Los sentimientos propios de Teresa no son algo repentino ni fugaz, sino algo así como una enfermedad crónica. Sus sentimientos permanecen en el tiempo, le dan sustento (y peso) a la relación.
  • Cuerpo = Levedad: Muy por el contrario, el cuerpo corresponde a una disposición estable hacia lo fisiológico, lo orgánico o biológico, aquello que irremediablemente se acaba, se extingue. Es un estado transitorio, intenso y pasional. Tomás buscaba relaciones pasajeras, algo ligero que interrumpiera la monotonía de sus días. Cada uno de sus encuentros esporádicos marcaba el día, pero no la vida de Tomás. Eran encuentros que no dejaban huella, eran encuentros inevitablemente leves.

EN DEFINITIVA:

  • Tomás = Levedad = Cuerpo
  • Teresa = Peso = Alma

Si bien cada personaje se encuentra representado específicamente en cuerpo y en alma, sólo Tomás establece una separación clara entre ellos al momento de entablar relaciones. Él simplemente no tiene problemas al comprometerse sentimentalmente con Teresa y al mismo tiempo, establecer una conexión física con diferentes mujeres.

Sin embargo, y muy en contra de lo que podría pensarse, este hombre se percata de la necesidad urgente de cesar con su doble juego… ¿Qué motiva su propósito? Podemos conjeturar que probablemente, sea la compasión lo que lleva a Tomás a abandonar a sus “amistades eróticas”.

La compasión se había convertido en su maldición: compadecía a Teresa y se sentía incapaz de seguir dañándola... El hecho de ser él mismo quien daña a la mujer que quiere lo lleva a lidiar con un insoportable sentimiento de culpa. Culpabilidad que se traduce en este caso, en una sensación de peso. Y es en ese sentido en el que Tomás concluye: “No hay nada más pesado que la compasión”.

Esta declaración es particularmente importante: Tomás asume su levedad, pero al mismo tiempo asume que siente una compasión inmensa hacia Teresa. Al unir lo leve con la compasión, el personaje está haciendo de su propia levedad (su tendencia a compartir sexualmente con otras mujeres), la carga más pesada.

6 comentarios:

  1. una postura exixtencial interesante que nos lleva a preguntar ¡que es el amor realmente¡?

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  2. Muchas gracias,pude entender después de mucho!

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  3. Excelente, como podemos ver mas que una novela es un gran ensayo filosófico existencialista..

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