domingo, 16 de mayo de 2010

El mito del Eterno Retorno (Friedrich Nietzsche)

Friedrich Wilhelm Nietzsche, nacido un 15 de octubre de 1844 en Rocken, fue un filósofo, poeta, música y filólogo alemán, considerado uno de los pensadores modernos más influyentes del siglo XIX.

Realizó una crítica exhaustiva de la cultura, la religión y la filosofía occidental, mediante la deconstrucción de los conceptos que las integran, basada en el análisis de las actitudes morales (positivas y negativas) hacia la vida.

Si bien hay quienes sostienen que la característica definitoria de Nietzsche no es tanto la temática que trataba sino el estilo y la sutileza con que lo hacía, fue un autor que introdujo, como ningún otro, una cosmovisión que ha reorganizado el pensamiento del siglo XX.

Nietzsche recibió amplio reconocimiento durante la segunda mitad del siglo XX como una figura significativa en la filosofía moderna. Su influencia fue particularmente notoria en los filósofos existencialistas, críticos, fenomenológicos, postestructuralistas y postmodernos.

Su filosofía es netamente existencialista e introdujo dentro del contexto de su época una idea que escandalizó el pensamiento filosófico contemporáneo…

El mito del Eterno Retorno:

Esta idea tan polémica y revolucionaria (que posteriormente fue rearticulada por diferentes pensadores y llevadas a la literatura por ciertos autores famosos y renombrados como Benedetti y García Márquez) postulaba, básicamente, lo siguiente:




  • Concepción cíclica del tiempo.


  • Los acontecimientos siguen reglas de causalidad.


  • Hay un principio del tiempo y un fin... que vuelve a generar a su vez un principio.


  • Los acontecimientos se vuelven a repetir en el mismo orden, sin posibilidad de variación.


En términos concretos, todo va a repetirse un número infinito de veces.

Resulta importante considerar el alcance de esta teoría, puesto que es susceptible de ser mal interpretada. Debemos tener claro que al aceptar el “mito del Eterno Retorno”, no estamos hablando de esa idea vaga sobre la repetición de algunos hitos y sucesos puntuales, ni de la visión del mundo como algo levemente reiterativo...

La vida ciertamente puede parecernos cíclica si pensamos en momentos históricos específicos, guerras que se suceden, catástrofes naturales y revoluciones sociales.

Los mismos sucesos se dan todos los siglos, con diferentes características y particularidades, pero siempre con un factor común. Esto es algo que la mayoría de las personas podría aceptar: la literatura nos da cuenta de ello de manera clara y observable.

¿De qué tratan los libros, las novelas, los cuentos infantiles? Fuera de las decisiones estilísticas de cada autor y de los aportes que realicen gracias a su propia imaginación, la historia base es siempre la misma.

La historia de la literatura, desde tiempos inmemoriales, se ha construido en base a ciertos ejes principales:




  • el amor


  • la guerra


  • la muerte


  • los sueños


Y es que estos son conceptos que pertenecen vigentes sin importar el paso de los días, de los años, de los siglos… Como bien diría Jorge Luis Borges, conocidísimo escritor argentino, la historia de la literatura no es más que la historia de unas cuantas metáforas, que se van repitiendo y utilizando alternadamente según sea la necesidad del autor.

Hablamos entonces de una especie de “inmutabilidad de tópicos”, que se puede extrapolar a un sentido más filosófico: la vida del hombre como una sucesión de diferentes hechos, hitos y sentimientos determinados, aunque sujetos a cambios leves.

Esta concepción es bastante aceptable y no posee un carácter polémico que escandalice. Lo que inquieta y altera no es, entonces, la visión del mundo como algo reiterativo, sino mas bien la teoría particular que posee Nietzsche sobre esa misma visión. Su tesis es tan radical y extraña que difícilmente podríamos encontrarla en el inconciente colectivo de nuestra sociedad. Lo que este pensador postula no es una inofensiva sucesión de tópicos, sino que engloba mucho más:

Nietzsche concibe la historia humana como un círculo cerrado, sin posibilidad de progreso, donde todo lo ocurrido vuelve a ocurrir una vez finalizado el ciclo. Las personas que conocemos volverán a estar presentes el ciclo que viene, al igual que todo el resto de los seres, vivientes y no vivientes. Las mismas cosas volverán a ocurrir, tal y cual ya ocurrieron antes, en las mismas circunstancias y con sus mismas particularidades.

El propio filósofo escribió en su libro "La Gaya Ciencia" (1882, Alemania):


"¿Qué ocurriría si, un día o una noche un demonio se deslizara furtivamente en la más solitaria de tus soledades y te dijese: “Esta vida, como tú ahora la vives y la has vivido, deberás vivirla aún otra vez e innumerables veces, y no habrá en ella nunca nada nuevo, sino que cada dolor y cada placer, y cada pensamiento y cada suspiro, y cada cosa indeciblemente pequeña y grande de tu vida deberá retornar a ti, y todas en la misma secuencia y sucesión…?"

Esta inquietante hipótesis logró alterar al propio filósofo, quien no fue capaz de describirla en su totalidad. Estudios de física y revelaciones esotéricas se entrelazaron a la hora de explicar someramente esta teoría, que ciertamente no pasó de eso; un teoría.



El Eterno Retorno llegó a considerarse un mito inexplicable, magnético y atractivo que atrapa justamente por su infinita capacidad de extensión....

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